El Gobierno de Macri
sigue atentando contra la educación pública
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
comunicó el 29 de febrero que cerrará 143 cursos de escuelas primarias. A esta medida se suman los 93 grados que en
diciembre de 2009 eliminó. El resultado de esto es el cierre de 30 escuelas
primarias de la educación pública en la Ciudad. Esta política de ajuste
perjudica también a 52 escuelas de nivel medio y a 25 cursos de escuelas
técnicas.
El cierre arbitrario de los grados
conlleva una lógica privatizadora y mercantilista de la educación, la cual mantiene su
coherencia con las políticas de Macri desde su primera Gestión. La
Ciudad cuenta con 440 escuelas primarias públicas, es decir, 1 escuela cada
6363 habitantes y sólo 150 escuelas para lo que respecta a educación media y técnica.
A su vez, Macri da subvención a 823 instituciones educativas privadas
del cual el 85% corresponde a escuelas religiosas; de esa cantidad de escuelas
privadas que Macri da presupuesto, por cada 3400 habitantes hay una escuela
privada. Estos números nos indican sin hacer cuentas muy complejas que hay cada
vez más escuelas privadas (con cuotas no inferiores a los $300) que escuelas públicas en promedio para los
habitantes de la Ciudad.
Específicamente, en el barrio de
Caballito, que es el barrio con mayor densidad geográfica de la Ciudad, se cerrarán en promedio 3,8 escuelas,
privilegiando de esta forma la disponibilidad y cantidad de instituciones
privadas ante las públicas.
Desde el Gobierno de la Ciudad intentan
disfrazar esta política liberal de ajuste presupuestario bajo la idea inocente
de “fusionar” los grados, alegando que el “trabajo grupal” mejorará la
enseñanza, pero se conoce perfectamente que 30 o 35 chicos en un aula implica
una situación de amontonamiento en la que se vuelve imposible para el docente y
los estudiantes llevar a cabo una dedicación eficaz, que tenga en cuenta las
particularidades de los chicos. Una vez más, Macri está pensando en números y
no en individuos con necesidades propias. A ello, se suma la excusa por parte
del Gobierno, de que las aulas vacías serán utilizadas para crear jardines
maternales o infantiles, lo que en realidad se está haciendo es desplazar el
problema y cubrirlo con parches que terminan por desarticular el sistema
educativo. Con todo esto, las consecuencias negativas de esta medida son
bastante predecibles:
-La anulación de cientos de fuentes de
trabajo para docentes públicos ante el inminente cierre de los 143 grados en primaria, los 52
en escuelas medias y 25 en escuelas técnicas.-Aulas superpobladas –más de las que ya existen- que causarán un deterioro de la calidad de la educación. Esta medida no sólo reafirma las políticas retrógradas que sostiene el ministro de educación Esteban Bullrich, sino que sigue pisoteando e ignorando los reclamos y reivindicaciones históricas de los docentes, estudiantes y padres por mejorar el sistema de infraestructura de las escuelas públicas. ¿Cómo podemos pretender mejorar la educación a través de esta “fusión” cuando hace años que las aulas se encuentran saturadas y en pésimas condiciones?
Desde
MANA
repudiamos y rechazamos esta lógica privatizadora de la educación.
Consideramos que la educación no debe ser
un privilegio para pocos, sino que tiene que asegurarse que llegue a todos y
todas porque es la base para construir una sociedad más justa, libre e
igualitaria. La medida de cierre de grados es un accionar discriminatorio para
quienes eligen o pueden acceder sólo a una educación pública.
-Por una educación pública, laica y
gratuita!
-NO al ajuste en educación! -NO al proceso privatizador que la Gestión macrista viene llevando a cabo en la Ciudad!
-Ni una fuente de trabajo menos!
MANA-Fuerza
Colectiva-Minoría Estudiantil en la Junta de Antropo